Un silencio sonoro
Tan solo seis días de retiro y he regresado renovada.Tengo la inmensa fortuna de que mi amiga Joaqui dispone de una pequeña casa "L'umbria"situada en lo alto de una montaña, en el valle de la gallinera; con todo el valle por delante y detrás una majestuosa roca entre protectora y amenazante de gran belleza y además rodeada de cerezos, aunque ciertamente en esta ocasión cerezas no quedaban, pero muy amablemente la señora Joaquina, la madre de Joaqui, me dio varios kilos de rojas y deliciosas cerezas de su huertecito en casa, he de decir que las comí con mucho placer.
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